6 Plantas Rastreras Que Harán Que Tu Jardín Se Vea Hermoso
Haz que tu jardín luzca hermoso y lleno de color con las Plantas Rastreras, perennes o anuales que desarrollan largos tallos o parras que se arrastran por el suelo. Algunas de ellas, como el romero, se extienden sobre rocas o cuelgan a los lados de los contenedores. Estas plantas se desarrollan de una forma rastrera, es decir, no crecen hacia arriba y, por tanto, no alcanzan mucha altura.
Las plantas rastreras son una alternativa funcional, estética y económica al tradicional césped. Existe gran variedad de especies que pueden tapizar los suelos del terreno con su vegetación, con pocos cuidados y resistentes a todo tipo de clima y condiciones.
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Muchas plantas se transforman en trepadoras cuando se les brinda soporte. Las rosas se extienden por las cercas de tablas o paredes de piedra, pero trepan fácilmente si se plantan junto a un enrejado de maderas o alambres. Lo más frecuente a la hora de cubrir el suelo de un jardín de grandes dimensiones es recurrir al césped.
Sin embargo, existen otras opciones. Las plantas rastreras son una buena opción, por ejemplo, para las zonas del jardín donde apenas crece vegetación porque no recibe casi luz del sol o están cubiertas por la sombra de los árboles. Las áreas irregulares y las rocallas son los mejores lugares para plantar este tipo de ejemplares.
Otra de las ventajas de estas plantas es que la mayoría son perennes, es decir, no pierden el follaje durante el año y permiten mantener el jardín siempre vivo y lleno de vegetación.
A continuación te mostrare las plantas rastreras más habituales en los jardines y más fáciles de cultivar.
6 Plantas Rastreras Que Harán Que Tu Jardín Se Vea Hermoso
1.Brezo: Se Verá Muy Colorido en Tu Jardín
Se trata de arbustos que florecen en marzo y que ofrecen en el jardín espectaculares resultados gracias a la tonalidad variada de sus flores. Los jardines de rocalla pueden cubrirse con este tipo de planta.
El brezo es una planta muy resistente, por lo que se puede plantar sin problemas tanto en exterior como en el interior de la vivienda, siempre que dentro de esta no haya calefacción. No obstante, se desarrolla mejor si se cultiva en zonas con clima suave y húmedo. Lo idóneo es que la tierra sobre la que se asiente tenga un pH ácido, compuesto por turba y arena.
Respecto a sus necesidades de riego, es importante mantener el sustrato húmedo y fresco, con aportes de agua frecuentes, pero no muy abundantes. La mejor opción es regar entre tres y cuatro veces por semana en pequeñas dosis, ya que un exceso de humedad puede provocar micosis o enfermedades causadas por hongos. El agua de riego debe ser blanda, es decir, sin cal.
La reproducción se realiza por esqueje al acabar la primavera y se debe podar una vez al año, tras la floración, para que crezca compacto. De este modo, se evitará también que sus centros se abran y se vuelvan leñosos.
Apenas requiere cuidados, aparte del riego en el caso de que el clima sea seco, por eso es una alternativa interesante para despreocuparse de la protección del jardín en invierno.
Para cultivarlo, generalmente se planta en maceteros y se trasplanta al jardín. Requiere sol o media sombra, agua en su periodo de crecimiento y evitar el riego en días con heladas.
2. Cotoneaster: Su Fruto Es Tóxico
Planta arbustiva de numerosas variedades, incluso algunas de tipo caducifolio. Normalmente esta especie produce gran cantidad de hojas muy resistentes, muchas flores en mayo y también un importante número de bayas rojas que lo hacen perfecto como complemento de jardines ornamentales.
El período de plantación se extiende durante varios meses (entre octubre y mayo); sólo hay que evitar las épocas de heladas severas. El cotoneaster suele venderse como plántula de raíz desnuda, con su parte inferior protegida por una bolsa de plástico.
Si se lo adquiere de esta manera es importante proceder al garrapiñado de las raíces antes de plantar. El procedimiento consiste en sumergir las raíces del cotoneaster en un barro consistente durante media hora.
La plantación es simple: hay que empezar por hacer un agujero lo suficientemente profundo y ancho, y verificar que la tierra del fondo esté bien suelta y no compactada.
Luego hay que colocar la plántula, teniendo cuidado de separar las raíces, y después llenar el hoyo con la tierra extraída agregando mantillo si el suelo es demasiado pobre, y terminar por un riego copioso.
Aunque se usa para cubrir suelos (sobre todo la variedad ‘dammeri’), también se puede utilizar en forma de seto.Como la mayoría de este tipo de plantas, apenas requieren cuidados, son muy resistentes y no son exigentes respecto a las condiciones ambientales y climatológicas.
Sólo hay que podar si queremos darles forma o cuando su crecimiento es excesivo. Por lo general, toleran bien esta tarea.
3.Genista: El Amarillo Se Apodera De Tu Jardín
Planta exuberante por la gran cantidad de flores de amarillo intenso que emergen a principios de verano. Crean alfombras uniformes y muy decorativas sobre todo en verano.
La genista es una planta bastante rústica que requiere pocos cuidados. Se planta por su exuberante floración. Las más delicadas respecto al frío se pueden cultivar en un invernadero bien ventilado. Sufren bastante cuando se las trasplanta.
Después de que termina de florecer se recortan las ramas que han dado flores, para mantener la forma y el hábito denso. La madera vieja es mejor no podarla pues no vuelve a retoñar.
Por las semillas en primavera o mediante esquejes en el verano. Las plantas viejas y desgarbadas es mejor sustituirlas por otras nuevas. Con gran capacidad de adaptación y también vistosas en jardineras y rocallas, normalmente prefieren climas cálidos.
4.Lavanda: Un Aroma Relajante E Irresistible
A la capacidad para adornar jardines y rocallas, se le une en el caso de esta planta, un intenso y agradable aroma. Los ejemplares no sólo se utilizan como tapiz de parterres, también se recurre a ella para elaborar perfumes, champús y otros productos cosméticos.
Es en sí una planta ramificada que no tiene más de un metro de altura y cuyas hojas consiguen una forma completa y esférica que la hacen irresistibles en un decorado floral. Por eso se considera una planta rastrera.
Sus flores son labiadas y tienen un tamaño muy pequeño y como ya sabemos, se caracterizan por un olor suave y muy penetrante que es lo que las hace de lo más agradables.
Sus flores son muy vistosas y tienen forma de espiga violeta. Sus hojas son perennes y su follaje se dispone de un modo muy compacto.
La lavanda necesita de espacios soleados para salir a la luz y crecer en condiciones, por tanto, siempre que queramos que una planta de lavanda sobreviva y lo haga bien, tendremos que escoger un espacio cálido y bien soleado para que sus flores vayan saliendo poco a poco al sol.
El terreno en el que plantemos una lavanda debe ser pedregoso y algo rocoso además de muy seco porque son los espacios en los que más se conservan.
Si cuando la planta de lavanda haya crecido quieres que esté perfecta, tendrás que irla podando poco a poco y además, para darle un contorno de figura ideal puedes buscar una forma atractiva que te guste para que así, tenga un toque estupendo.
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5.Vinca: Se Verá Muy Elegante En Tu Jardín
Ideal para cubrir zonas sombrías. Esta planta vivaz tiene la virtud de compactar el suelo gracias a sus raíces profundas. No es especialmente exigente respecto a suelos y prefiere temperaturas templadas. Sus flores pequeñas e independientes de color azul nacen en primavera.
Estas plantas rastreras no le gustan las temperaturas bajas, aunque tolera el frío y las heladas. Se adapta a cualquier tipo de suelo, que deberá mantenerse ligeramente húmedo, y que abonaremos cada quince días durante la primavera y el verano.
En otoño y primavera es recomendable colocar un mantillo orgánico. La vinca agradece una ubicación en semisombra, aunque si la sombra es excesiva florecerá con menor intensidad.
La vinca se multiplica por división de mata en invierno, aunque en otoño podemos realizar esquedes de aquellos tallos que tengan raíz por estar en contacto con el suelo. Las plagas y enfermedades que le afectan normalmente son los hongos y el pulgón.
6.Uña De Gato: Planta Rastrera Medicinal
La uña de gato es originaria de Sudáfrica y pertenece a la familia de las aizoáceas. Son plantas muy populares y frecuentes en los jardines de climas mediterráneos por su porte rastrero y sus flores moradas que cubren el suelo en verano. Aunque acostumbrada a crecer libre por el suelo, también se puede cultivar en macetas.
Esta planta le gustan los suelos porosos y las temperaturas suaves. Resiste bien la sequía, pero no las heladas. Una vez que las plantas rastreras se marchiten deberemos cortarlas y renovar las plantas por esquejes en verano cada tres o cuatro años.
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