Rotación de cultivos en la huerta ¡Una alternativa sustentable!
La rotación de cultivos en la huerta forma parte de la conocida Agricultura Sustentable, busca la introducción de diferentes tipos de cultivos, además de ser una excelente técnica para el manejo integrado de plagas y enfermedades. En la época actual debido al aumento de los costos de producción en cuánto energía y otros factores, la rotación de cultivos ha renovado un interés como una gran fuente de nitrógeno.
4 Ventajas de la rotación de cultivos en la huerta.
1. Una de las principales ventajas de la rotación de cultivos en la huerta es que evita el agotamiento de la tierra. El monocultivo continuado en la misma parcela provoca la fatiga del suelo, esto es debido a la absorción continua de ciertos nutrientes, lo cual impide el desarrollo óptimo del cultivo, y por ende una disminución de la producción.
Es conveniente alternar especies de raíces superficiales con especies de raíces profundas, ya que la absorción de nutrientes se lleva a cabo en distintas capas del suelo.
2. Algunos cultivos tienen un efecto desecante, por lo que la disminución de las aguas subterráneas en las zonas donde falta agua es mayor. La rotación de cultivos evitará que este problema se profundice.
3. Muchas especies son limpiadoras o asfixiantes, su rápido crecimiento y densa vegetación ahoga a las plantas adventicias, en cambio otras, dado su crecimiento tan lento, permite que las adventicias se propaguen, lo cual se recomienda alternar unas con otras.
4. Una de las principales ventajas, es que con las rotaciones se rompe el ciclo de diferentes organismos patógenos que perjudican a los cultivos y se favorece la presencia de enemigos naturales.
El cultivo reiterado de una misma especie aumenta en gran manera las poblaciones de parásitos (insectos, ácaros, hongos, bacterias, virus y nematodos) asociado a un determinado cultivo. Un claro ejemplo de esto, ocurre con el cultivo de lechuga en la misma parcela provoca problemas de Sclerotinia, hasta llegar a la pérdida total de la cosecha.
3 Aspectos a tener en cuenta en la rotación de cultivos:
El principio fundamental es conocer la sucesión y las distintas necesidades nutritivas con los diferentes sistemas radiculares de la variedad de planta a cultivar.
Las raíces de las múltiples plantas que se plantarán después, podrán así explorar distintos niveles de tierra y extraer, de manera equilibrada los elementos fertilizantes que en ella se libere.
A la hora de llevar a cabo una rotación hay que tener en cuenta:
1. Aportes de abono orgánico:
En hortalizas, podemos observar dos casos, uno de los casos son las plantas que toleran muy bien la materia orgánica en descomposición y otras plantas que no son capaces de tolerar. Unas requieren una tierra que haya recibido grandes cantidades de abono y otras prefieren terrenos pobres.
Atendiendo estas características (para el caso de las hortalizas) se dividen:
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Cultivos exigentes:
Necesitan grandes aportaciones de materias en descomposición, humus o composta. A este grupo en general pertenecen las hortalizas de frutos: Tomate, berenjena, pimiento, patata, pepino y melón. Hay otras hortalizas que no presentan frutos pero también son exigentes como es el caso de las coles y el puerro.
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Cultivos medianamente exigentes:
Las aportaciones de materia en descomposición son menos frecuentes o regulares, pero por ejemplo en el caso del compostaje la materia orgánica debe estar en un gran estado de descomposición. A este grupo pertenecen las hortalizas de hojas como por ejemplo: Acelga, lechuga, escarola, borraja.
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Cultivos pocos exigentes:
Prefieren encontrar la tierra con un contenido muy bajo de materia orgánica, por lo general se conforman con las aportaciones de cultivos anteriores. A este grupo pertenecen las hortalizas de raíz: Remolacha, rábano, cebolla, ajo, zanahoria. El guisante también entra en esta clasificación aunque no se considere una raíz.
Un elemento fundamental es el nitrógeno, por ello es importante empezar la rotación con una leguminosa, forrajera o un abono verde. Si no es posible, empezaremos con un cultivo muy exigente para la cual se nutrirá la tierra con una abundante aportación de materia orgánica. Se le llama cabeza de rotación, al cultivo con el cual se inicia la rotación
2. Las enfermedades de las plantas:
Las hortalizas de una misma familia botánica habitualmente suelen ser muy susceptibles de padecer parásitos específicos. Para poder eliminar ciertos organismos patógenos se debe evitar de tratar cultivar hortalizas de la misma familia sucesivamente.
Cuando hay presencia de ciertos parásitos polífagos, como los nematodos, la técnica de cultivar variedades de familias botánica distintas no es suficiente para la erradicación de los nematodos, ya que también atacan a especies de otras familias (zanahoria, lechuga, patata).
Para el control de nematodos es necesario introducir en la rotación, plantas repulsivas para nematodos, como caléndula, tagete o mostaza blanca.
Un precedente favorable a la lechuga, como cebolla, espinaca o alguna representante de la gramínea, ayudará en la prevención de las podredumbres que la afectan (Botrytis o Sclerotinia) sin olvidar los precedentes desfavorables como lo son (zanahoria, col, alubia, perejil o apio).
3. El sistema radicular de los cultivos:
Se deben cultivar plantas de raíces superficiales, y luego plantas de raíces profundas; de esta manera se aprovechan los nutrientes en el suelo.La introducción de abonos verdes a base de crucíferas (rábano forrajero, colinabo Perko, colza o mostaza) de enraizamiento profundo, dejará disponibles elementos fertilizantes de difícil extracción para las hortalizas.
Rotación de cultivos y factores económicos.
Evidentemente la rotación de cultivo representa un mayor incremento en costes de producción, ya que al trabajar con un policultivo requiere de más labores, más herramientas y más trabajos específicos.
Debemos tener en cuenta también dos aspectos positivos de las rotaciones, como por ejemplo el aumento en la producción y la disminución de riesgos de pérdidas totales por la intervención de enfermedades, fenómenos naturales o accidentes de cultivos. La diversificación del cultivo permite que no todos estos se vean afectados de igual forma y por ende es muy poco probable que exista una pérdida total.
Al tener estipulado el tiempo para la rotación de cultivos en la huerta, hay que elegir los cultivos en función del tiempo disponible entre la siembra y la recolección, por eso es de vital importancia conocer los calendarios de cultivos para la toma de decisiones.
Una hortaliza muy solicitada puede ocupar un lugar importante en nuestra huerta. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con especializaciones excesivas, que puedan dar lugar a un acercamiento al monocultivo, por los problemas con parásitos que traen consigo.
Sucesiones a lo largo del año.
Un factor determinante para las sucesiones es que cada cultivo debe ser precedente para el cultivo siguiente. Dependiendo del clima, que se dé en la zona a cultivar, el terreno estará más o menos ocupado durante el año.
Se debe considerar la posibilidad cultivar entre líneas, incluso en la misma línea, especies diferentes (asociación de cultivos). Con ello se rentabiliza el espacio, se obtienen más productos y se aprovechan los efectos beneficiosos entre las distintas hortalizas.
Por la fijación de nitrógeno atmosférico que realizan, es importante introducir leguminosas en algún momento de la rotación. Se puede incluir para para consumo, como para abono verde. Como abono verde, la mejores opciones son: Leguminosas (Guisante forrajero, haba caballar, trébol blanco o veza) más Gramíneas (Centeno, ray-grass avena; o mostaza) protege el suelo en invierno y además lo enriquece.
Para planificar la rotación:
1. Decidir el número de años a establecer en la rotación. Las rotaciones son plurianuales.
2. Dividir el huerto en parcelas o sectores, eligiendo los cultivos que van a integrar la rotación.
Lo ideal para comenzar la rotación de cultivos en la huerta, es con hortalizas muy exigente (tomate, col o patata). Dando al suelo una buena cantidad de materia orgánica en descomposición. El segundo año irá un cultivo menos exigente, si el nivel de nitrógeno es bajo, debe cultivarse una leguminosa, y si es un poco más alto, se cultivará lechuga u otro cultivo de condiciones nutricionales similares dejando la leguminosa para el tercer año.