4 Formas De Alimentación Para El Ganado Lechero. ¡Sácales Provecho!

Una óptima Alimentación Para el Ganado Lechero es muy importante y necesaria para poder obtener la máxima producción de leche. El ganado bovino forma parte del grupo de animales que corresponden a la categoría de los rumiantes, los que tienen entre sus características el convertir a productos de elevada calidad nutritiva, aquellos materiales que no pueden ser aprovechados por el hombre para su alimentación.

Entre los bovinos, la vaca especializada en producción de leche es altamente eficiente en convertir la fibra, el nitrógeno, la energía de su dieta, en leche. Para lograr una alta eficiencia se requiere de la adecuada aplicación de las diferentes prácticas de manejo, entre las que destaca una buena alimentación de la vaca.

Las vacas, a través de la acción de comer, ingieren alimentos que están compuestos por nutrientes, encargados de mantener sus actividades rutinarias como caminar, comer, beber, rumiar, parir o producir leche.

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La Alimentación Para el Ganado Lechero puede ser divida en cuatro categorías

1. Los forrajes
2. Los concentrados
3. Los subproductos industriales
4. Los minerales

1. Los forrajes

En general, los forrajes son las partes vegetativas de las plantas gramíneas o leguminosas, que contienen una alta proporción de fibra (más de 30% de fibra neutro detergente). Las raciones que contienen menos de 35% de forraje resultan en la producción de leche de bajo contenido en grasa. Los forrajes son la fuente más barata de alimento para las vacas y los animales.

Los forrajes verdes usualmente contienen bajos niveles de fósforo relativo a las necesidades de la vaca. Sin embargo, el ensilaje de maíz contiene poco calcio y fósforo y requiere suplementación con ambos minerales.

Los pastos necesitan fertilizantes nitrogenados y condiciones adecuadas de humedad para crecer bien. Por su parte, las leguminosas son más resistentes a la sequía y pueden agregar 200 kg de nitrógeno/ha/año al suelo porque conviven asociados con bacterias que pueden captar y convertir el nitrógeno del aire a fertilizante nitrogenado.

Volumen del forraje

El volumen del forraje limita cuánto puede comer la vaca. La ingestión de energía y la producción de leche pueden ser limitadas si hay demasiado forraje en la ración. Sin embargo, alimentos voluminosos son esenciales para estimular la ruminación y mantener la salud de la vaca.

Alta fibra, baja energía

Los forrajes pueden contener de 30 hasta 90% de fibra (fibra neutro detergente). En general, mientras más alto el contenido de fibra, menos contenido de energía del forraje.

El contenido de proteína es variable

Según la madurez, las leguminosas pueden tener 15 a 23% de proteína cruda. Gramíneas contienen 8 a 18% de proteína cruda (según el nivel de fertilización con nitrógeno) y los residuos de cosechas pueden tener solo 3 a 4% de proteína cruda (paja). Desde un punto de vista nutricional, los forrajes pueden variar entre alimentos muy buenos (pasto joven y suculento, leguminosas en su etapa vegetativa) a muy pobre (pajas y ramoneos).

Usualmente, el valor nutritivo de un forraje es mas alto durante el crecimiento vegetativo y más bajo en la etapa de formación de semillas. Con el avance de la madurez, la concentración de proteína, energía, calcio, fósforo y materia seca digestible se reducen mientras la concentración de fibra aumenta. Al aumentar la fibra, aumenta el contenido de lignina, haciendo así, los carbohidratos menos disponibles a los microbios del rumen. Como resultado, el valor energético del forraje se reduce.

Pastos y leguminosas

Los pastos y leguminosas son forrajes de alta calidad que pueden constituir dos tercera partes de la materia seca en la ración de las vacas que comen 2.5 a 3% de su peso corporal como materia seca. Por ejemplo: una vaca de 600 kg puede comer de 15 a 18 kg de materia seca en un forraje.

Las vacas comen más de una leguminosa que un pasto en la misma etapa de madurez. Sin embargo, forrajes de buena calidad, alimentados en raciones balanceadas, suministran mucho de la proteína y energía necesarias para la producción de leche.

8 Interesantes características de los forrajes

1. Contiene un alto volumen por unidad de peso.
2. La longitud y densidad de las partículas determinan el tiempo que quedan en el rumen.
3. Tienen un alto porcentaje de fibra y baja proteína
4. Varían en su contenido de proteína
5. Tienen un alto porcentaje de calcio, potasio y minerales
6. Tienen un más alto contenido de las vitaminas solubles en grasas que la mayoría de concentrados.
7. El contenido de fibra aumenta cuando las plantas forrajeras han llegado a su madurez, pero su valor nutritivo disminuye.
8. Cuando el grano forrajero está en su estado lechoso, mantiene sus propiedades nutritivas con un alto valor. Por su parte, las leguminosas deben ser aprovechadas cuando están floreciendo en un 10%, y su valor proteínico es más alto.

Según la etapa de lactancia, los forrajes deben constituir la fuente alimenticia de la vaca lechera, desde 100% del alimento para vacas no lactantes y de 35% para vacas que se encuentran en la primera fase de lactancia.

2. Concentrados

Los concentrados son los granos y frutos de origen vegetal como el maíz, la cebada, el arroz, el sorgo, y la soya. El propósito de agregar concentrados a la ración de la vaca lechera es de proveer una fuente de energía y proteína para suplementar los forrajes y cumplir con los requisitos del animal.

Así los concentrados son alimentos importantes que permiten formular dietas que maximizan la producción lechera. Generalmente, la máxima cantidad de concentrados que una vaca puede recibir cada día no debe sobre pasar 12 a 14 kg.

6 Características de los concentrados

1. Son bajos en fibra y altos en energía
2. Pueden ser altos o bajos en proteína
3. Tienen buena palatabilidad y son comidos rápidamente
4. Son alimentos de bajo volumen por unidad de peso
5. La mayoría no estimulan la rumia
6. Son fermentados más rápidamente en el rumen que los forrajes, aumentan la acidez (reducen el pH) en el rumen pudiendo interferir con la fermentación.

4 Ejemplos de alimentos concentrados

1. Granos de cereales

Granos de cereales como cebada, maíz, sorgo, arroz y trigo. Son alimentos de alta energía para las vacas lecheras, pero son bajos en proteína. Granos de cereales aplastados o agrietados son fuentes excelentes de carbohidratos fermentables (almidón) que aumenta la concentración de energía en la dieta. Sin embargo, demasiado grano de cereales en la dieta (más de 10 a 12 kg./vaca/día) reduce la masticación, la función del rumen y reduce el porcentaje de grasa en la leche.

2. Salvado de trigo

Los salvados de granos de cereales como trigo y arroz, agregan fibra a la dieta y contienen de 14 a 17% de proteína. El salvado de trigo es una fuente buena de fósforo y funciona como laxativa. Las cascaras de algunas granos de cereales – como cebada, avena y trigo- contienen solo 3 a 4% de proteína y 85 a 90% de fibra altamente indigestible.

3. Harinas de semillas oleaginosas

Las harinas de semillas oleaginosas, producidas como subproducto de la extracción del aceite y que contienen 30-50% de proteína son usados como alimentos protéicos para las vacas. Semillas de leguminosas (habas, garbanzos, vigna) contienen sustancias anti-nutricionales, pero después de procesamiento adecuado son una buena fuente de energía y proteína.

4. Proteínas de origen animal

Proteínas de origen animal como harina de carne, harina de hueso, harina de plumas o pescado, usualmente son resistente a la degradación en el rumen y pueden servir como buenas fuentes de fósforo y calcio. Deben ser manejados con cuidado para evitar riesgos de transferencia de infecciones.

3. Subproductos industriales

Tanto los subproductos industriales como concentrados son alimentos importantes que permiten la formulación de dietas que pueden maximizar la producción y productividad lechera. Los subproductos industriales son restos o sobrantes de procesos de producción industrial de algunas plantas como la torta de soya y de girasol, el afrecho y el arrocillo.

Subproductos de cervecería y destilería con granos de cereales son buenas fuentes de carbohidratos y proteína lentamente digestibles (20 a 30%). Rebrotes de malta (los racimos de la cebada germinando) tienen un sabor amargo y usualmente se mezclan con otros alimentos.También suelen usarse subproductos de la industria azucarera (melaza, remolacha azucarera). Éstos usualmente son altos en fibra fácilmente digestible.

También podemos utilizar los residuos; que son las partes de las plantas que se quedan en el campo después de cosechar el cultivo principal (por ejemplo panca de maíz, paja de cereales, bagazo de caña de azúcar, heno de maní). Los residuos pueden ser pastoreados, procesados como un alimento seco, o convertidos a ensilaje.

4. Minerales y vitaminas

Los minerales y vitaminas son de suma importancia en la Alimentación Para Ganado Lechero. Las deficiencias pueden resultar en grandes pérdidas económicas. En las vacas lactantes, los macro minerales de principal importancia son calcio (Ca), cloruro de sodio (NaCl), fósforo (P), y a veces magnesio (Mg) y azufre (S). La fiebre que da en los primeros días de lactancia se debe a un desequilibrio de metabolismo de calcio. Con respecto al fósforo, éste es esencial para mantener buena fertilidad.

Casi todos los alimentos, con excepción de urea y grasa, contienen al mínimo cantidades limitadas de minerales. Debido a que las leguminosas contienen más calcio que las gramíneas, las raciones basadas en leguminosas requieren menos suplementación con calcio. La melaza es rica en calcio y subproductos de origen animal son buenas fuentes de calcio y fósforo.

El cloruro de sodio es el único mineral que se puede ofrecer por acceso libre (en bloques). La suplementación mineral de la dieta de la vaca lechera es usualmente entre 0 y 150 g/vaca/día. Una mezcla de minerales que contiene calcio, fósforo o ambos (por ejemplo fosfato dicálcico) puede ser requerido según los ingredientes de la ración. Los microminerales son requeridos en cantidades muy pequeñas y usualmente son incluidos como un pre mezclado en el concentrado.

Las vitaminas A, D y E son de consideración con la vitamina A, más probablemente deficiente en un invierno largo o una sequía prolongada. Los microbios del rumen sintetizan vitaminas del complejo B, C y K, y normalmente no hay que suplementar estas vitaminas.

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¡El Agua también es un alimento!.¿Lo sabías?

Aunque algunas personas se sorprenden de escuchar que el agua es un alimento, esto es verdad. Investigadores y organismos científicos, afirman que el agua puede considerarse un alimento, ya que contiene nutrientes como potasio, magnesio, sodio y calcio, que le confieren en proporciones distintas, características específicas que intervienen en todos los procesos del organismo humano (y animal). El agua es el componente principal de la materia viva.

Además, el agua es un excelente disolvente, especialmente de las sustancias iónicas y de los compuestos polares. Mantiene la fluidez de la sangre, regula la temperatura corporal. Participa en el proceso digestivo y ayuda a la producción de leche, ya que el 87% es agua. La vaca debe consumir entre 50 a 60 litros de agua por día.

¡Es muy importante tomar en cuenta lo siguiente!

Cuando los forrajes son producidos como Alimentación Para el Ganado Lechero, deben ser cosechados o pastoreados en una etapa joven. El maíz y el sorgo, cosechados para ensilaje son dos excepciones, porque a pesar que el valor nutritivo de las partes vegetativas de la planta (tallo y hojas), en la formación de semillas es menor, una cantidad alta de almidón digestible se acumula en los granos.

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