La Climatología Y Su Estudio Relacionado Con La Agricultura
La Climatología es la ciencia de la Tierra que se ocupa del tratado del clima y sus diferenciaciones a lo largo del tiempo cronológico. Ha sido un asunto del que se ha absorto la geografía desde sus inicios.
En este sentido, aunque la Climatología emplea las mismas medidas que la meteorología, su propósito es diferente, ya que no intenta hacer conjeturas contiguas, sino estudiar las tipologías climáticas a largo plazo.
De las situaciones atmosféricas dependen muchas acciones humanas, desde la agricultura hasta un sencillo paseo por el campo. Por eso se ha realizado un esfuerzo enorme por anunciar el tiempo tanto a corto como a medio plazo.
Cuando una región, ciudad, ladera, entre otros, posee un clima especial del clima zonal se expresa que es un ‘topoclima‘; este se determina por estar principalmente presuntuoso por el estado local del resto de los componentes geográficos (geomorfología, hidrografía, y más). Al mismo tiempo, se designa microclima al que no posee particiones inferiores. Además, establece de manera primordial, las tipologías importantes de la arquitectura bioclimática.
El clima tiende a ser normal en tiempos muy largos, inclusive geológicos, estableciendo de gran manera el progreso del ciclo geográfico de una zona, lo que accede el desarrollo de una establecida vegetación y un tipo de suelos definitivos por la amplitud, es decir, suelos zonales. Pero, en tiempos geológicos, el clima además cambia de forma natural, los ejemplos de tiempo varían y se pasa de un clima a otro en la misma región.
El tiempo y el clima tienen lugar en la atmósfera. Para precisar un clima es necesaria la indagación durante un lapso largo (la Organización Meteorológica Mundial fundó fases mínimas de treinta años, pero hay escritores que opinan que deben ser más largos, de cien o superiores, para inspeccionar las diferenciaciones de manera suficiente).
Las investigaciones de temperatura, vientos, presión atmosférica, humedad y precipitaciones, así como el tipo o tipos de tiempo que se acopian en las épocas meteorológicas. Con estos datos se construyen tablas de valores medios que se injertan a climogramas, caracteres gráficos de la variación anual de temperatura y precipitaciones, como variables importantes.
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La Climatología y la agricultura
Se presiente que el calentamiento global tenga un golpe revelador que conmoverá la agricultura, las precipitaciones, la temperatura, el dióxido de carbono, el deshielo, y la interacción entre estos factores; los cuales establecen la cabida de carga de la biosfera para originar suficiente sustento para todos los seres vivos. Los hechos resultantes del cambio climático y de la agricultura dependerán, a nivel habitual, del balance de estas secuelas. El estudio de estos anómalos podría auxiliar a pronosticar y acomodar apropiadamente el sector agrícola para así esparcir su producción.
A su vez, se ha visto que la agricultura además puede causar efectos reveladores en el clima, especialmente por la producción y emancipación de gases de efecto invernadero como dióxido de carbono, metano y óxido nítrico; por la variación de la superficie del planeta, la cual pierde su cabida de empapar o irradiar calor y luz, así como por el forzante radiactivo.
Por otro lado, la deforestación y la desertificación, aparte de los combustibles fósiles, son las ascendientes fuentes antropogénicas de dióxido de carbono. La agricultura en sí es el principal participante en aumentar las reuniones de metano y óxido nítrico en la atmósfera de la tierra.
Impacto de la Climatología con relación al cambio climático en la agricultura
A pesar de avances tecnológicos como las optimas vegetales, los cuerpos genéticamente cambiados y los sistemas de riego; el clima, el suelo y el ecosistema son aún elementos claves en la producción agrícola. El resultado del cambio climático en la agricultura está afín con diferenciaciones en los climas locales más que en modelos universales.
La temperatura estándar de la superficie de la tierra ha elevado un grado Fahrenheit en el último siglo. Consiguientemente, como cada sitio local es afectado de manera desigual por el cambio climático, los agricultores afirman que toda exposición debería pensarse privadamente en cada región.
Sin embargo, por otro lado, la economía agrícola ha elevado en estos últimos años y ahora suministra sumas significativas de comida a nivel nacional en los mayores países importadores, así como grandes entradas para los comerciantes. El aspecto internacional del comercio y la seguridad en expresiones de los alimentos envuelven la necesidad de pensar los efectos del cambio climático a una escala universal.
Otro de los estudios es el expuesto en el informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), ejecutado en el año 2001, perfecciona que los países más pobres serían los más conmovidos con disminuciones en la producción agrícola en zonas tropicales y subtropicales, debido a una menor recurso de agua y nuevos sucesos de plagas de insectos.
En África y Latinoamérica muchas siembras se encuentran cerca de su aguante máxima de temperatura, por lo que tal vez el rendimiento se someta con pequeños cambios en el clima. Se predice que en el siglo XXI, la producción agrícola abatirá hasta un 30%. La vida marina y la industria pesquera se verán igualmente arduamente conmovidos en algunas regiones.
Posiblemente, el cambio climático excitado por el aumento de los gases de efecto invernadero conmoverá de diferente forma a cada zona. Por ejemplo, de acuerdo al Servicio meteorológico del Reino Unido (Met Office), se espera que los sitios de cultivo se sometan a un 50% en Pakistán, mientras que la fabricación de maíz en Europa acrecentaría a 25% con inapreciables situaciones hidrológicas.
Los efectos más propicios para las siembras dependen en gran suma del dióxido de carbono en el desarrollo de las labranzas y de la ampliación en la eficacia en el uso del agua. La mengua de cultivos viables posiblemente se origine por la disminución del período de aumento, la insuficiencia del agua y la vernalización defectuoso.
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Conclusiones finales
A largo plazo, la Climatología en su estado de cambio climático podría conmover a la agricultura de varias maneras:
1. Productividad, en términos de suma y calidad de las siembras.
2. Prácticas agrícolas, a través de los cambios del empleo del agua (riego) y contribuyas agrícolas como herbicidas, venenos y abonos.
3. Consecuencias en el medio ambiente, especialmente la relación de la periodicidad y sistema de desagüe de suelos, desgaste, disminución de la diversidad de siembras.
4. Espacio rural, por medio de la disminución y lucro de terrenos sembrados, la reflexión de tierras y los bienes hidráulicos.
5. Adaptación, los organismos podrían convertirse más o menos competidores, igualmente los humanos podrían tener la penuria de desplegar más cuerpos competitivos, como diversidades de arroz duros a la sal o a las desbordamientos.
En definitiva, gran parte de las influencias son dudosas, en especial por la falta de averiguación en varias zonas locales determinadas, igualmente de la vacilación que existe sobre la extensión del cambio climático, las secuelas de cambios tecnológicos en la fabricación, la demanda mundial de comida y las profusas probabilidades de ajuste. El cambio climático está produciendo creciente el número de la emigración obligada.
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Además, varios agrónomos funden que la producción agrícola será conmovida esencialmente por la gravedad y el compás del cambio climático y no por propensiones progresivas del clima. Ya que, si el cambio es sucesivo, el ecosistema tendría tiempo suficiente para acomodarse.
No obstante, si el estado de estudio de la Climatología de acuerdo al cambio climático es peligroso, podría intimar la agricultura en muchos países, fundamentalmente la de aquellos que ya han tolerado cambios en las situaciones climáticas, puesto que tienen menos tiempo para una extra elección natural y ajuste.