8 Pasos Fáciles Para Hacer Fungicidas Naturales Y Proteger Los Cultivos
Protege tus plantas de hongos con Fungicidas Naturales fáciles de hacer, con pocos y económicos ingredientes .Los fungicidas naturales están elaborados a base de plantas medicinales y son, a menudo, una herramienta imprescindible para combatir las plagas.
Las enfermedades son una de las principales fuentes de daño de plantas y cultivos, causadas por un número diverso de organismos fitopatógenos (organismos que causan enfermedad). A nivel mundial, los hongos son la principal causa de pérdidas en cultivos.
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Los virus, nemátodos y bacterias también causan enfermedades en plantas. Algunos síntomas que parecen ser causados por patógenos pueden ser causados por factores abióticos (causas inertes) como deficiencias nutricionales y contaminación ambiental o también por insectos.
Los Fungicidas Son Muy Efectivos Para Cuidar Tus Plantas
Las enfermedades son comunes en las plantas, a menudo producen un impacto económico significativo en el rendimiento y calidad, lo que nos indica que el manejo de enfermedades es un componente esencial en la producción de la mayoría de los cultivos. En un sentido general, existen tres razones principales por las cuales se utilizan los fungicidas:
- Para controlar a la enfermedad durante el establecimiento y desarrollo de un cultivo.
- Para incrementar la productividad de un cultivo y reducir sus daños. Los cultivos alimenticios enfermos pueden producir menos si sus hojas, necesarias para la fotosíntesis, son afectadas por una enfermedad.
Los daños pueden afectar las partes comestibles del cultivo o, en el caso de cultivos ornamentales, pueden perder su vistosidad, en ambos casos se puede afectar el valor comercial del cultivo.
- Para mejorar el período de almacenamiento y la calidad de las plantas y los productos cosechados. La de las pérdidas por enfermedades ocurre después de la cosecha, durante el almacenamiento.
Los hongos a menudo echan a perder (hacen inutilizable) frutas, hortalizas, tubérculos y semillas almacenadas. Algunos hongos que infectan granos producen toxinas (micotoxinas), que producen trastornos severos e incluso la muerte de los seres humanos y animales que las consumen.
Los fungicidas han sido utilizados para reducir la contaminación por micotoxinas en trigo afectado por la fusariosis de la espiga, pero la mayoría de los fungicidas desarrollados hasta el momento, no han sido suficientemente eficientes para ser utilizados en en el manejo de micotoxinas asociadas con otras enfermedades.
Métodos de Aplicación De Los Fungicidas Naturales
Los fungicidas son aplicados como polvos, gránulos, gas y más comúnmente en forma líquida. Ellos se aplican a:
Semillas, bulbos, raíces de plántulas, y otros órganos de propagación. Estos tratamientos usualmente son realizados por la compañía de semillas. Algunos tratamientos requieren ser efectuados por el cultivador en el lugar y al momento de la siembra.
El objetivo es eliminar los patógenos que se encuentran en el material de siembra o proteger a la plántula de los patógenos existentes en el suelo.
Suelo, ya sea en el surco de siembra al momento de plantar, después de plantar humedeciendo el suelo con la solución fungicida (incluido en el riego por goteo) o por aspersión directa alrededor de la base de la planta. Follaje y otras partes aéreas de la planta mediante un aspersor. Interior de los árboles mediante una inyección en el tronco.
Espacio aéreo de lugares cerrados como invernaderos y suelo cubierto. Los fungicidas son también llamados fumigantes cuando son aplicados de vapor en su forma químico-activa gaseosa. Algunos fumigantes son también efectivos contra nematodos, insectos y semillas de malezas.
Productos cosechados, en inmersión o aspersión en las empacadoras.
Los fungicidas son utilizados como un producto formulado que consiste de un ingrediente activo más ingredientes inertes que mejoran la acción del producto. Los fungicidas típicamente son mezclados con agua, luego son aplicados por aspersión.
El equipo de aplicación va desde aspersoras de mano y de mochila hasta grandes unidades de aspersión acopladas a tractores o aeronaves. Algunos fungicidas son aplicados en forma de polvo. Los fungicidas también pueden ser aplicados en invernaderos en la forma de humo, vapor, nebulizado o en aerosol.
La cobertura de todas las partes de la planta susceptibles a una enfermedad es crítica ya que muy pocos fungicidas pueden movilizarse adecuadamente a través de la planta. Continuamente se producen avances en el tipo de boquillas y aspersores para mejorar la cobertura.
Para muchas enfermedades un control efectivo requiere de múltiples aplicaciones, algunas veces tan frecuente como cada cinco días. Las aplicaciones en forma repetida son necesarias para proteger los crecimientos nuevos y reemplazar la pérdida del fungicida sobre la planta debido a descomposición química, degradación por luz ultravioleta y remoción por el viento y el agua.
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5 Pasos Fáciles Para Hacer Fungicidas Naturales ¡Protege Tus Cultivos Ya!
En general hablamos de los principios activos que cada planta posee y que son sustancias elaboradas por las propias plantas como mecanismos de autoprotección.
Así en el ajo (utilizado desde tiempo inmemorial por los indígenas de Sudamérica) encontramos principios activos como los sulfuros y derivados azufrados, sustancias similares las hay también en las cebollas y en las capuchinas.
La cola de caballo (esquisetum arvense) es un fungicida de carácter preventivo, aunque también es insectífuga, sus principios activos son alcaloides y sílice principalmente y han hecho de esta planta de las más conocidas y usadas por todos los jardineros y horticultores.
Heterósidos, flavonoides, aceites esenciales (timol, geraniol, carcavol, limoneno, tuyona, citral, mentol, etc.), taninos, glucósidos y tantos otros compuestos configuran un poderoso arsenal de las plantas frente a las enfermedades fúngicas. La ruda, caléndula, manzanilla, hojas tiernas de eucalipto, neem, venturosa (Lantana Camara L.) tomillo, limoncillo, ortigas, rábano silvestre, canela (ésta se ha mostrado extraordinariamente eficaz contra la sigatoka del plátano, la enfermedad más importante a nivel mundial de este cultivo) y otras, se utilizan ampliamente para el control de enfermedades fúngicas.
Estas plantas, además de usarse, como fungicidas vegetales directos (pulverizando el follaje), las podemos utilizar regando el suelo, sirviendo de abono y estimulando la flora microbiana ya que son activadoras del compost.
Paso 1 Maceración
Las plantas se pondrán en un recipiente vertiendo agua fría sobre ellas, durante 24 horas. Filtrar y utilizar. Se utilizan sin diluir.
Paso 2 Fermentación
Se procede igual que en el anterior caso pero el tiempo puede oscilar entre los 4 días hasta los 10 días incluso más, dependiendo de las características de la planta. Controlar la fermentación, remover diariamente.
Paso 3 Decocción
Las plantas se ponen en remojo durante 24 horas y luego se hierven durante 20 a 30 minutos. Tapar durante la cocción y mientras se enfría y colar antes de usar. Este procedimiento es para raíces, cortezas, tallos secos y en general para las plantas y partes más duras. No se conservan más que unas horas, por tanto utilizar lo antes posible.
Paso 4 Infusión
Desmenuzadas las plantas, se colocan en un recipiente y se vierte el agua hirviendo sobre ellas. Se tapa el recipiente y se dejan reposar entre 12 y 24 horas. Otra técnica sería ponerlas a hervir suavemente y apagar el fuego al llegar a ebullición. Dejar enfriar y utilizar. Si nos sobra se podría guardar en la nevera algunos días. Este procedimiento se utiliza en aquellas plantas que utilizamos las flores y capítulos florales, hojas y en general las partes más tiernas.
Paso 5 Calidad del agua
Es importante tener en cuenta la calidad del agua a la hora de elaborar los preparados de fungicidas naturales. El agua ideal es la de lluvia recogida de los tejados, pero a falta de ésta podemos utilizar otro tipo de aguas como de manantial y la que utilicemos para riego, teniendo en cuenta que el agua no sea demasiado caliza y que si proviene de un pozo, debemos asegurarnos que no está contaminada de nitratos u otras sustancias nocivas.
Paso 6 Recolección De Las Plantas
Las plantas deben recolectarse convenientemente y secarlas invertidas y a la sombra, con el fin de que mantengan sus propiedades. Esta operación se realiza sobre las plantas cuyo ciclo vital no permite disponer de planta fresca todo el año. Ante el dilema entre plantas cultivadas o plantas silvestres, me inclino por la planta fresca pero dependerá de nuestra capacidad para cultivarlas, conservarlas, etc.
Paso 7 Tipos De Recipientes
No conviene que los recipientes para los distintos procedimientos sean metálicos, a excepción del acero. Los toneles son buenos pero tienen el inconveniente de las posibles pérdidas cuando se dejan de utilizar y se secan. Los más utilizados para elaborar fungicidas naturales son los de plástico, por su comodidad y versatilidad. Sería interesante disponer de tiras de ph para hacer las mediciones, sobre todo, con las fermentaciones.
Paso 8 No Tener Miedo A Experimentar
Y por último, un poquito del espíritu científico para medir, agitar, trasegar y filtrar pero, sobre todo, para anotar los distintos pasos y resultados para futuras correcciones de vuestros fungicidas naturales . Esta será nuestra mejor arma, con paciencia, moviéndonos en ensayos entre el acierto y el error.
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