11 Pasos Para Construir Un Huerto Con Riego Por Capilaridad. ¡Atrévete!
El Riego Por Capilaridad es posible, gracias a que esta propiedad física del agua (la capilaridad), le permite avanzar a través de un canal ínfimo (unos milímetros y hasta micras de diámetro). Esto es posible siempre y cuando el agua se encuentre en contacto con ambas paredes del canal, y estas paredes se encuentren suficientemente juntas. Este fenómeno de capilaridad se logra, debido a que la fuerza intermolecular del líquido, es menor que la adhesión del líquido con el material del canal.
Esta misma propiedad es la que hace posible que se distribuya el agua por los micro espacios de aire que quedan entre las partículas del suelo. El agua queda retenida allí, hasta que finalmente es interceptada por las raíces de las plantas; siendo absorbida por los pelos radicales, que son los encargados de cumplir con esta función de absorción.
La altura a la que pueda llegar el líquido, dependerá de la energía superficial del sólido y la tensión superficial del líquido que se está utilizando. A menor diámetro, el líquido alcanza mayor altura; es decir, el diámetro está en proporción inversa a la ascensión capilar del líquido.
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¿Qué es un huerto con Riego Por Capilaridad?
Un huerto con Riego Por Capilaridad es una técnica excelente para cultivar en ambientes donde el agua es escasa. Podemos definir su construcción en dos partes. La mitad inferior es un depósito impermeable, lleno de grava y agua, y la mitad superior llena de tierra, mantillo y plantas.
Al crear un depósito de agua debajo de la tierra donde plantaremos el huerto, e inundándolo periódicamente, dicha tierra absorberá el agua; y las plantas absorberán a su vez la humedad del suelo; creándose así el gradiente de humedad (el suelo es más seco que el depósito). Y como la mitad inferior está impermeabilizada, el agua no se escapará hacia capas más profundas de la tierra; como ocurriría en condiciones naturales.
El fundamento del huerto por capilaridad consiste en crear una barrera para que el agua no se filtre hacia las capas más profundas del suelo. Esta barrera será una lona impermeable que servirá de revestimiento a la cavidad que haremos para construir el huerto. Así al impedir que el agua se filtre a capas más profundas, éste depósito se satura de agua, y por capilaridad, esta agua sobrante asciende a la capa en donde están creciendo las raíces de las hortalizas cultivadas, manteniéndolas constantemente irrigadas.
¡Ten listas las plántulas que desees plantar aquí en tu huerto!
Sí. Efectivamente te mostraremos paso a paso cómo construir tu huerto con Riego por Capilaridad, pero antes de poner manos a la obra en esta interesante labor, te informamos que debes tener tus plántulas ya listas, para que al finalizarlo, sólo te quede realizar el trasplante y continuar velando por el desarrollo de éstas, regándolas por capilaridad. Verás que, no sólo es sencillo, sino totalmente posible y gratificante!.
11 Pasos para construir tu propio huerto con Riego Por Capilaridad
1. Cavar una fosa
Cavar una fosa en el terreno, que contendrá el depósito con la tierra y el agua. La profundidad de la fosa deber ser de aproximadamente 20 – 30 cm, sin importar el tamaño o la forma que le queramos dar al huerto. La altura total del huerto, una vez terminado, será de aproximadamente unos 50 cm. Como una parte quedará por encima del nivel del suelo, tendremos que construir un refuerzo en todo el perímetro del huerto para contener la parte elevada. en este caso se pueden utilizar vigas de madera u otro material que logre la misma función.
2. ¡Cómo debe ser la fosa!
El fondo de la fosa debe estar bien liso, nivelado y sin piedras que puedan traspasar o agujerar la lona impermeable. Si no está bien nivelado el agua se acumulará en el lado más profundo. Necesitamos que el agua se distribuya uniformemente por toda la base del depósito. Seguidamente compactamos la base de la fosa. Si es necesario, podemos humedecer un poco para facilitar el compactado.
3. Colocar 2 capas impermeables
Se cubre el fondo de la fosa y las paredes con dos capas impermeables. La primera es una lámina de plástico utilizado en construcción y la segunda es una lona. La intención de poner dos capas es para que la del fondo proteja a la de arriba, evitando que las piedras ocasionen a la lona, orificios o ranuras por donde se nos escaparía el agua. La medida de ambas láminas va a depender del tamaño del huerto, y puede sobresalir de la fosa, preferiblemente, no más de de 40 cm.
4. Colocamos un tubo PVC que servirá de tubería regante
Utilizaremos un tubo PVC para que sirva de tubería regante. Le practicamos orificios equidistantes a lo largo de su longitud para que el agua salga y se distribuya uniformemente por todo el fondo del depósito. Los orificios tienen que hacerse en la parte inferior del conducto, para que las raíces de las plantas no entren en él. El tubo debe tener una longitud suficiente que atraviese y sobresalga de la longitud de la diagonal del fondo del depósito (para así distribuir mejor el agua).
Este tubo puede sobresalir de la fosa unos 50 cm (un mínimo de 20 cm por encima del nivel total del huerto), para facilitar el vertido del agua cuando queramos regar el huerto. Colocamos una capa de grava (de tamaño medio y pequeño) en el fondo del depósito de forma uniforme.
Es recomendable instalar un pequeño tubo rebosadero por si hay un exceso de agua, (por lluvia por ejemplo) impedir que pueda rebosar fuera del huerto y así no dañar el sistema radical de las verduras. Este tubo rebosadero atravesará la lona impermeable a través de una incisión en ella, sirviendo de desagüe al exterior del huerto.
5 Bloquear el extremo del tubo PVC
Debemos bloquear el extremo final del tubo, para que no entre tierra y además obstruya la salida.
6. Cubrir la capa de grava con tierra
Empezamos a cubrir la capa de grava, con la tierra que habíamos sacado al cavar la fosa. Esta tierra no necesariamente tiene que ser buena, ya que sólo sirve para absorber el agua junto con la grava. Al Terminar de cubrir la grava con la tierra hasta unos 15-20 cm., la compactamos posteriormente.
7. Se cubre la grava y tierra con una malla antimalezas
Cubrir la grava y tierra con una malla antimalezas. Esta malla sólo tiene que cubrir el área de la fosa; es decir, no hay necesidad de sobresalir de ella.
8. Construcción de los laterales del huerto
Ahora construiremos los laterales para contener la capa de tierra fértil que posteriormente mencionaremos. Los laterales se pueden construir con vigas de madera recicladas, paletas, ladrillos, o cualquier otro material. Doblamos por encima de las vigas, el sobrante de las láminas impermeables para una mayor sujeción del huerto.
9. Selección del tipo de suelo o sustrato
Ahora sí es el momento de la selección del tipo de sustrato que queremos para nuestro huerto. Te recomendamos hacer una mezcla rica en materia orgánica y lo más aireada posible. Con la aireación se busca facilitar, gracias a la porosidad excepcional de la tierra, el ascenso del agua desde el depósito inferior por capilaridad. Para obtener una buena aireación podemos utilizar perlita. Como materia orgánica podemos utilizar estiércol de caballo como compost.
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En este caso, podemos recomendarte estiércol de caballo, por ser muy rico en materia orgánica, muy adecuada para las hortalizas. Preparamos entonces la mezcla de sustrato con los 3 ingredientes que compondrán esta capa superior del huerto; La materia orgánica, la perlita y la tierra de buena calidad que podemos comprar en algún vivero. Las proporciones son 1/2 de estiércol de caballo, 1 de perlita, 2 de sustrato, y 8 de tierra (de buena calidad.
Una vez terminada la mezcla, compactamos bien el terreno, pisándolo. Podemos también, darle un cubrimiento a la tierra fértil, con corteza de árbol o cualquier otra viruta de madera para añadir así una protección extra contra la evaporación del agua.
10. Hacer el transplante
Finalmente, ya podemos trasplantar las plántulas que tengamos listas. Puedes plantar pimentón, tomates, cilantro, lechugas, pepino., o cualquier otra hortaliza que sea de tu gusto. Sería tan provechoso sacar de aquí de tu huerto con Riego Por Capilaridad, las hortalizas que necesites para preparar tus comidas.
11. Ahora sí.¡Cómo regar por capilaridad!
Como hemos mencionado en otras oportunidades, las cantidades de riego siempre dependerán básicamente de las condiciones de clima, tamaño del área de cultivo y/o cantidad de plantas, y requerimientos de cada especie.
El riego debe manejarse de forma tal que el suelo siempre se mantenga a capacidad de campo; es decir, que se mantenga a una humedad suficiente para que las plantas puedan absorber los nutrientes del suelo. ´Por supuesto que hay excepciones, como por ejemplo las plantas xerófitas.
¡Éxito en tu experiencia!
En este tipo de práctica, bajo condiciones de clima específicas; y con las hortalizas que hemos mencionado en los ejemplos; se ha regado con unos 10 litros de agua a la semana y ha dado buenos resultados. Te dejamos que seas tú, que siguiendo los pasos señalados en este artículo, vivas tu propia experiencia de hacer tu propio huerto con Riego Por Capilaridad. ¡Éxitos!.
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